Caleta
Cine
B L O G
Tony Manero
por Felipe Gómez
Película que nos enseña un pasaje del Chile de finales de los años 70 y que nos muestra la vida de Raúl Peralta, un hombre dedicado al espectáculo que, obsesionado con el personaje protagonizado por Travolta en la película Fiebre de Sábado por la Noche (1978) busca por todos los medios conseguir ser su mejor imitador para ganar un concurso de dobles, lo que lo termina sumergiendo en un espiral de violencia y crimen con tal de cumplir su cometido.
El 2008, año de su estreno, fue un año agitado para nuestro país. Por una parte, habían pasado sólo dos años desde la muerte de Augusto Pinochet, lo que para muchos fue un episodio amargo para la memoria del pueblo chileno, al resonar que había partido sin pagar por todos los daños cometidos; debate que hasta ese año aún estaba presente. Por otra parte, las erupciones de los volcanes Llaima y Chaitén unieron al país por una causa solidaria, pero que evidenció (una vez más) la cruda brecha que existe en nuestra sociedad.
Pablo Larraín al entregarnos Tony Manero nos devuelve a un Chile medieval que pasaba justo por su punto de inflexión, en el epicentro de la disputa ideológica. No obstante, ajeno a todos los movimientos de ajedrez que se gestaban por parte del gobierno como de su oposición, la película nos muestra la realidad de un sector que pocas veces se menciona al volver atrás: la del chileno pobre, que quiere mantenerse aparte de los conflictos políticos, que no quiere levantar ninguna bandera y que sólo lo mueve el poder parar la olla al final del día.
En este contexto aparece Raúl, interpretado magistralmente por Alfredo Castro, como este hombre de mediana edad moldeado en la miseria, y que con tal de salir de la oscuridad que existe a su alrededor, comienza a proveer a su compañía de baile desde el delito, siendo lentamente poseído por la codicia, el ego, la vanidad, la falta de moral y de empatía, al punto de perder toda noción de humanidad. Las calles grises y opacas de Santiago contrastan las luces brillantes y la jovialidad de la música disco al interior de los clandestinos donde hace sus presentaciones, pero nada de esas luces se refractan en el interior de Raúl, movido por la ambición de ser el mejor Tony Manero.
Esta es una película que retrata el país en un tiempo triste y percudido, donde la realidad del chileno común y corriente distaba mucho de la imagen travestida de progreso que imponían los militares y economistas de ese entonces, algo que 30 años después y estando en democracia aún puede saborearse con amargura. Raúl Peralta encarna así, a una versión deforme del chileno atrapado en la infelicidad que por mucho esfuerzo que se haga en este país, pareciese que nunca fuera a arrancar del Chile horrendo e injusto.

Título Original: Tony Manero
Año: 2008
Duración: 98 min.
País: Chile
Dirección: Pablo Larraín
Producción: Juan de Dios Larraín
Música: Juan Cristóbal Meza
Fotografía: Sergio Armstrong
Sonido: Miguel Hormazábal
Edición: Andrea Chignoli
Diseño de vestuario: Muriel Parra
Productora: Fábula
Género: Drama